¿Es imprescindible mandar a los niños a la escuela para que aprendan? – Maitena Zubia

AL MARGEN DE LO MÁS COMÚN

La educación a cargo de una institución fuera del entorno familiar se
ha convertido en una tradición cultural y obligación cada vez más
arraigada. Por ello rara vez nos cuestionamos la necesidad verdadera de
mandar a los niños a la escuela para que aprendan.

A mí me surgió esa duda, ¿es imprescindible? Te explico mi periplo
tanto a nivel teórico e intelectual, que surge sobre todo al principio,
como a un nivel mucho más práctico, observando cómo la vida se
despliega en nuestra familia sin el deber de llevar a las niñas a la
escuela todos los días.

Este no es un alegato anti- nada, ni un manual con instrucciones paso a
paso. Es el relato de una opción constructiva: la ampliación de
perspectiva al elegir conscientemente un camino diferente al más
común.

Nuestras hijas no van a la escuela. Optamos por no traer la escuela a
casa.

Os hablo del viaje que una mamá, con mentalidad escolarizada, emprende
al decidir prescindir de los servicios de la institución escuela para
sus hijas. Las creencias que quedan por el camino y los nuevos
conocimientos que nos llegan: los niños no necesitan ir a la escuela
para aprender. Es fundamental recuperar la confianza en ellos y
principalmente en nosotras mismas.

El sistema educativo está en crisis, hay consenso sobre este hecho.
Nosotros y otros muchos, en estas circunstancias, optamos por prescindir
de la escuela obligatoria. Otras muchas personas y colectivos, sintiendo
parecida incomodidad con la oferta educativa y opciones de vida en
general, se lanzaron a descubrir y crear nuevos caminos en escuelas
alternativas. Esto es lo maravilloso, los senderos que todos nosotros
trazamos para intentar vivir una vida más coherente y significativa.  _

Ojalá estas líneas te lleven a replantearte alguna de tus creencias.
Corren tiempos de cuestionamiento. Te cuento mi viaje, quizá algo te
resuene.

A pesar de la que está cayendo, o quizá precisamente por eso, sabemos
que llegó la hora de vivir desde otro lugar y sabemos que eso es
posible.

Abrazos, besos, sonrisas y alegría.

Maite

“Mi sentir es nítido con respecto a la vida de mis hijos, lo siento
clarísimo: la cultura occidental (el sistema económico global) está
conquistando el mundo en nombre de mejoras para la humanidad, para todos
los seres humanos. La escuela moderna occidental es uno de los pilares
para esa expansión. Hemos llegado a asumir la cultura occidental, con
sus virtudes y sus grandes defectos, como la única forma de vida
deseable por toda la humanidad; la única cultura compatible con el
progreso y salvadora de las restantes. Esa ilusión de forma de vida
confortable y “segura” (con todo tipo de seguridades consumibles) no se
sostiene por sí misma. No es viable en términos de energía necesaria
para sustentarla a nivel global. No es sostenible en cuanto al vacío
creciente que todo ser humano acaba sintiendo inmerso en un mundo
incoherente e incompatible con la Vida y con la fuerza vital con la cual
todas llegamos a este planeta.”

Relato descargable.pdf